Volumen 3: Justicieras de la Luna
Capítulo 10: Luna les informa que partirán a con la próxima Luna Llena para resolver los misterios de sus vidas pasadas. Mientras tanto, Usagi le pide a su padre que le arregle el reloj de Mamoru, el cual está roto desde que pelearon contra Quartz. Papá Kenji le pregunta si es de su novio, y Usagi responde que sí ("Quéee???" Vaya, parece que tu pequeña está creciendo, verdad, Papá Kenji?? ^-^U)
Por fin, Usagi y las chicas se transforman y viajan a la Luna. Su Reino, una vez magnífico, ahora se encuentra destruido. Luna las guía al centro del Palacio, donde se encuentra la Columna de las Plegarias. Ahí encuentran una espada enterrada en el suelo, y las guerreros unen sus fuerzas para sacarla; y al hacerlo, aparece la Reina Serenity, quien les dice que esa espada es la que protege a la Princesa. La Reina le habla a su hija, recordándole su vida anterior, cómo se enamoró de Endymion y se escapaba a la Tierra para estar con él. Le dice que al haber nacido en la Luna, tienen una longevidad excepcional, y su deber es proteger al Cristal de Plata y liberar a la Tierra de las vibraciones negativas para facilitar su desarrollo armonioso. Pero Metalia, deseando el poder del Cristal de Plata, poseyó a Beryl y a los humanos, quienes fueron a la Luna a luchar. Endymion les quiso hacer ver que no debían luchar, porque el reino de la Luna los protegía; pero Beryl lo mató. La Princesa Serenity, desesperada, se suicidó con la espada que acaban de desenterrar. Las Guerreros también murieron en la Batalla, y la Reina Serenity, con el dolor de haber perdido a su única hija, selló a Metalia... pero ella también murió. Los Reinos de la Luna y de la Tierra fueron destruidos, y la evolución comenzó de nuevo. Ahora, Metalia ha vuelto, y Usagi, la Princesa Heredera del Reino de la Luna, es la única que puede vencerlo con el Poder del Cristal de Plata.
Quartz observa las piedras en que se han convertido los otros Prícipes, y recuerda que ellos eran los Guardianes de Endymion. Se enfrenta a Beryl, pero ésta le dice que juró fidelidad a Metalia, y lo envía a luchar contra las chicas. Usagi lo mata, y él se convierte en una piedra de cuarzo.
Capítulo 11: Beryl despierta a Mamoru, quien está ahora poseído por Metalia. Mamoru llega al Salón Recreativo y, después de asesinar a un amigo de Furu llamado Endo, se hace pasar por él. Mamoru atrae a Usagi al Salón; pero no puede hipnotizarla. Entonces hipnotiza a Mako y le quita a Sailor Moon el Cristal de Plata. Ella no puede creer que sea Mamoru, y pelea con él; pero Mamoru hiere a Luna.
Después aparece Beryl, y Venus, utilizando la Espada que encontraron en la Luna, la activa y mata a Beryl, y así se descubre que la espada es de Cristal de Plata. Mamoru se lleva a Venus, quien está desmayada, y a Sailor Moon al Polo Norte, donde se encuentra Metalia. Las chicas llegan allá, y Sailor Moon tiene que luchar contra Mamoru;su corazón está confundido, y ante esta confusión reaccionan el Cristal de Plata y Mamoru. Luna entiende que es el corazón de Usagi lo que hace que el Cristal de Plata funcione. Entonces Sailor Moon toma la Espada de Cristal de Plata y mata a Mamoru, suicidándose ella después.
Capítulo 12: El Cristal de Plata comineza a crecer, y los envuelve dentro de él. Metalia se llena de fuerzas. Las chicas sacrifican sus vidas ofreciendo sus plumas de transformación, para que el hechizo que guarda a Sailor Moon y Tuxedo Mask dentro del Cristal de Plata se rompa. Sailor Moon despierta, y se da cuenta que el reloj de Mamoru ha recibido el golpe de la espada por ella. Creyendo que Mamoru está muerto, comienza a llorar, y una de sus lágrimas toca al Cristal de Plata, el cual deja de ser un prisma y se transforma en una especie de flor. Trata de matar a Metalia con él, pero su energía sólo sirve para alimentarla. Entonces Mamoru despierta, las piedras en que se habían convertido sus guardianes lo salvaron. Quartz y los demás guradianes se le aparecen y le dicen que el corazón de Metalia se encuentra en una marca que tiene en su frente. Sailor Moon y Mamoru juntan sus fuerzas en el Cristal de Plata y se disponen a matarla, mientras la Luna recupera su blanca y brillante luz.